Tesla contestó sereno al señor Underwood: Muchas gracias por
el ofrecimiento, esta noche me he citado con el señor Twain, quien sin duda me
ofrecerá una velada mucho más estable. El incidente entre el empresario y el inventor en el comedor del Waldorf
Astoria era conocido ya por todo Nueva York. Demasiado dolce far niente con sombrero hongo ávido de chascarrillos con los que amenizar sus aburridas reuniones de sociedad.